La cucaracha alemana se encuentra prácticamente en todo el mundo. Al parecer se originó en África Nororiental en la región de los grandes lagos entre Etiopía y la República de Sudán. De ahí emigró hacia Europa y el resto de los continentes. Es sin duda la cucaracha comensal más importante a nivel mundial.
Es una de las cucarachas domésticas más pequeñas, mide 10 a 15 mm de longitud. Tiene un color marrón amarillento más claro en el macho, mientras que en la hembra es un poco más oscuro. Las ninfas son, por lo general, negras con una franja más clara en el dorso medio. Los adultos tienen dos franjas paralelas negras y longitudinales en el pronoto, separadas por una raya más clara. En las ninfas las franjas y la raya se confunden con las de los otros segmentos torácicos.
La cucaracha alemana se encuentra dentro y en los alrededores de las viviendas humanas y en otras estructuras de todo el mundo, aunque se cría dentro de ellas. Requiere de calor, humedad y comida por lo que puede encontrarse en cualquier lugar donde se den estas condiciones, como en cocinas, procesadoras de alimentos y otras habitaciones de la casa; restaurantes, comedores, fábricas procesadoras de alimentos, basureros públicos, a bordo de barcos, aviones, autobuses y en una gran variedad de ambientes protegidos. También se encuentra en exteriores.
Come de todo y puede ingerir una amplia variedad de materiales orgánicos aunque parece preferir alimentos con almidón. Es una especie extremadamente resistente al frío, sin embargo, la temperatura ideal para ellas es de 30° C.
La contaminación de los alimentos puede producirse por transferencia mecánica de los agentes patógenos del cuerpo del insecto o por transmisión fecal.
Las cucarachas y sus heces pueden provocar reacciones alérgicas, sobre todo en personas propensas, como los asmáticos. La exposición puede ser por ingestión o por inhalación de materiales derivados de cucarachas en el polvo transportado en el aire. Los alimentos pueden estar contaminados también con el característico olor de las cucarachas, procedente de las heces y las secreciones de las glándulas salivales/abdominales, o por la presencia de insectos muertos.
La hembra de esta especie produce de 4 a 8 ootecas. Cada cápsula, provista de una pared gruesa y resistente, tiene 6 mm de longitud y contiene hasta 30 huevos.
La hembra la transporta consigo hasta justo antes de que los huevos eclosionen, aproximadamente de 2,5 a 4 semanas más tarde. Sólo tarda 40 días en evolucionar de huevo a adulta. Los adultos viven aproximadamente 8 meses.
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