Una de las principales características de los ácaros es la presencia de ocho patas articuladas constituidas por siete artejos cada una conocidos como coxa, trocánter, fémur, genu, tibia, tarso y pretarso. Siendo los únicos artrópodos en tener tantos apéndices.
El hábitat de los ácaros en muy variado, llegando a estar existente en casi la totalidad de los biomas, regiones o temperaturas. Los animales que engloba la subclase acari o acarina se pueden en ambientes terrestres o tanto en agua dulce como en agua salda.
Los ácaros de almacenamiento, o ácaros menores, son una amplia gama de familias, géneros y especies que se encuentran principalmente en alimentos almacenados, cereales, harinas, granjas, graneros y heno. La exposición a estos ácaros, y a sus alérgenos, también puede darse en las viviendas, en especial en aquellas con problemas de humedad. Se han identificado numerosas especies de estos ácaros menores en el polvo de casa, y, por ello, se usa el término ácaros domésticos para todas las especies de ácaros que se pueden encontrar en el medio ambiente doméstico.
Dentro de las casas los ácaros se han aislado en las sábanas, almohadas, alfombras, cortinas, muebles blandos, peluches y colchones. Los sofás y sobre todo los colchones constituyen un excelente microhábitat para la fauna acarina ya que, dada la profundidad de su relleno, retienen mucha humedad.
La reproducción de los ácaros es generalmente sexual , se encuentran los dos sexos, masculino y femenino por separado. Existe una especie de cópula donde el macho introduce el esperma en la hembra, por lo que presentan una fecundación interna, después de la fecundación se producen unos huevos de los que surgirán las crías, por lo que son animales ovíparos. La subclase acari o acarina puede llegar poner cuatro huevos diarios llegando a depositar más de 300 huevos en una sola puesta.
Las larvas de los ácaros tienen que sufrir cambios en sus características hasta legar a convertirse en adultos por lo que presentan un desarrollo indirecto. Algunas de las especies llega a sufrir hasta tres estados de ninfas hasta llegar a ser un ejemplar adulto.
El ciclo de vida de los ácaros es muy corto, los cambios necesarios hasta llegar a convertirse en un adulto suelen llegar a tarda de 15 a 20 días y la vida de un adulto no supera los 25 días.
Aplicación preventiva o curativa con productos fumigantes de alta penetración. Lavar todas las sábanas, mantas, fundas de almohada y de colchón en agua caliente que esté al menos a 60 grados centígrados para eliminar los ácaros del polvo y los alérgenos
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